Vida Salvada en Cuba

12-ABR

Una voluntaria caminaba por el barrio y una señora la abordó y le preguntó: "Oiga, usted es de las que se para a rezar al frente del matadero", a lo que ella respondió: Sé a qué se refiere, sí, soy yo (ambas hablaban de la sede de un abortorio reconocido en el sector). De ahí la señora le empezó a contar que el jueves 9 de abril acompañó a su nieta a una cita con la psicóloga del abortorio porque ella estaba en embarazo. La cita era en horas de la tarde. 

La joven madre, al salir de la cita, le contó a la abuela que la psicóloga le recomendó abortar porque el bebé venía con malformaciones y que no podía estancar la vida de esa manera; por lo tanto debía abortar. La abuela, al escuchar esto, le dijo: "Qué van a saber esos ignorantes; venga «mija», nosotros la apoyamos, tenga a su bebé que vamos a estar con usted, pero no lo mate; mire a esa gente que está ahí al sol y agua con esos carteles" (refiriéndose a los voluntarios que estaban en turno a esa hora del jueves). Adriana miró los carteles y le llamó la atención de los carteles, especialmente el que decía: REZAMOS POR TI Y TU BEBÉ. Después se conmovió, aceptó el apoyo ofrecido por su abuela y dijo que iba a tener al bebé. 

La voluntaria al escuchar esto le ofreció regalarle el cartel REZAMOS POR TI Y TU BEBÉ a la chica a lo cual la abuela le contestó: No se preocupe que ella le tomó foto a ese cartel y a los otros.