
San Luis Potosí
21-MAR
Mientras rezaba, una voluntaria vio pasar a una mujer con la mirada fija en el rosario que sostenía. Al terminar su turno, se dirigió a la parada del autobús, donde se encontró con la mujer que había estado merodeando. La voluntaria le preguntó: "¿Vienes al hospital?". Ella respondió que sí y le hizo la misma pregunta. La voluntaria dijo: "Vengo a rezar para que no aborten". La mujer, con lágrimas en los ojos, dijo: "Vine a abortar. Tengo 8 semanas de embarazo y hoy es el último día para tomar las pastillas". La voluntaria escuchó, compartieron sus experiencias y, al final, decidió seguir adelante con su embarazo.
Nuestra voluntaria comparte que, tras decir si a la vida, su rostro cambió y se fue más relajada y tranquila.
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