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Blog de 40 Días por la Vida en El Salvador

Francia se convierte en el primer país occidental cuya Constitución violará los derechos del Niño y legalizará acabar con la vida de los seres humanos en desarrollo uterino

lunes, 4 de marzo de 2024
Sólo unos pocos diputados se han salvado. El resto han aplaudido con entusiasmo la deshumanización de un sector de la población, del ser humano vivo más vulnerable: el bebé en gestación. Con su modificación de la carta magna, han invisibilizado a miles de seres humanos simplemente por su edad, por el lugar donde se encuentran y porque no pueden defenderse.

El aborto ahora inserto en la Constitución francesa abandona a su suerte a miles de niñas no nacidas en nombre de “los derechos de las mujeres”, poniendo en cuestión su propio lema “Liberté, Égalité, Fraternité”. Nadie puede arrogarse la libertad de decidir sobre la vida de otro ser humano. Tampoco es posible proclamar la igualdad cuando se discrimina a los niños no nacidos entre los deseados y los no deseados. Esto, si no han sido discriminados antes por su situación de salud, por tener alguna discapacidad o sospecha de malformación.

Francia se equipara así a la China comunista, a la Unión Soviética en los años de Lenin, a la Alemania Nazi en pleno Holocausto, a Corea del Norte, regímenes autoritarios que precedieron a la Asamblea francesa en la legalización e institucionalización del aborto al más alto nivel.

El arzobispo emérito de Paris, Mons. Aupetit, que también ejerció como médico durante 11 años, ha declarado que Francia ha tocado suelo y se ha convertido en un estado totalitario al prohibir, entre otras cosas, la objección de conciencia para el aborto.

Mons. Rey de Fréjus-Toulon ha hablado de deshumanización, porque la calidad de una sociedad se mide en la defensa de los más débiles.

El obispo español de Orihuela-Alicante Mons. Munilla ha calificado este cambio legislativo francés como “muy grave” y ha denunciado la hipocresía y la falsedad de los valores proclamados en la Constitución francesa en relación con el falso derecho al aborto. “La libertad de uno – ha dicho en su programa Sexto Continente de Radio María España – termina donde empieza la libertad de los demás.

Esta modificación constitucional sólo se podría revertir alcanzando de igual manera los tres quintos de la mayoría de las cámaras francesas.
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