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Una publicación de 40 Días por la Vida Internacional

MAGAZINE VERSION ESPAÑOLA

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ÍNDICE del NÚMERO 1

La fe de Iberoamérica en Cristo

LOURDES VARELA

DIR. 40 DÍAS POR LA VIDA IBEROAMÉRICA

¿Qué es la Verdad? La Verdad es Cristo. La cultura de la muerte y quienes participan en ella no quieren realmente acabar con nosotros, porque nosotros, ¿quiénes somos? En lo profundo con quien quieren acabar es con Dios y por eso la nueva evangelización tiene que ocurrir en la acera. La fe nos lleva a organizar vigilias constantes de oración, hacer lo mejor de nuestra parte para que Dios haga el resto. 

En Barcelona ha habido una profunda descristianización y es la capital de la región con mayor número de abortos de España. Pero el Espíritu Santo está suscitando una esperanzadora renovación de la vida de fe de los laicos. El movimiento a favor de 
la vida está creciendo con fuerza: 40 días por la vida ya tiene tres campañas en la ciudad y se está preparando una cuarta. Hay varias organizaciones que ayudan a la mujer embarazada, diversas acciones por la vida que trabajan coordinadamente. Todo esto a pesar de las leyes penales recientemente aprobadas. Aunque el nuevo Código Penal dificulta la presencia de los voluntarios rezando en la calle, no lograrán apagar el fuego que Cristo ha encendido en nuestro corazón. Barcelona, gracias al testimonio de sus voluntarios, es, hoy por hoy, un ejemplo a seguir. El secreto de su crecimiento es la plena confianza en Dios, el trabajo en equipo, la ilusión de todos por salvar vidas para el Cielo y acabar con el aborto. 

¿Tenemos a Cristo? 

En 40 días por la vida, decidimos enfrentar esta batalla de manera espiritual y, si bien hay poderes económicos y políticos que nos bombardean con toda su fuerza día tras día para convencernos de que la vida de nuestros hijos es una amenaza, los orantes, conscientes de nuestra pequeñez, pedimos a Dios su misericordia para que Él reine y venza a la muerte. Pero es Cristo quien nos deja ver que está con nosotros. En Portugal, el centro de aborto es el responsable del 80% de los abortos en el país y los médicos abortistas ni siquiera son portugueses. 

Son extranjeros que han venido a este país con la aprobación social local para terminar con la vida de los más indefensos. Frente a este lugar de muerte hay una pequeña capilla de adoración perpetua, un centro de ayuda a la mujer y, en la acera, los voluntarios de 40 días por la vida que se mantienen con fe orando por el fin del aborto. 

¿Podemos ser reflejo del amor de Cristo? 

Cuando estamos rezando frente a un centro de aborto, la tristeza e impotencia de ver a una sola chica entrar es terrible, y cuando ves entrar a una tras otra pierdes la cuenta. No existe consuelo más que en la Cruz, pero, 
¿qué sientes cuando ves entrar al verdugo? Cuando, al final del día, sabes que han muerto muchos bebés y sus madres han quedado heridas profundamente, ¿qué sientes al verlo salir? 

Si eres voluntario comprometido de 40 días por la vida, sabes que a pesar de tanto sufrimiento y muerte, lo ves como hijo de Dios. Aunque eviten nuestra mirada y aunque nos griten al pasar. Verlos con la misericordia de Cristo no es lo único. Te aseguro que puedes ir más allá. Y así fue en España cuando un voluntario interceptó al doctor al salir del abortorio y le dijo «¡Hola! ¡Yo soy Fernando!.. ¿Tú cómo te llamas?». Todos quedaron paralizados, incluyendo el resto de los voluntarios que rezaban en el turno. Quedaron atónitos cuando el doctor respondió positivamente. 

Todos quisiéramos ver conversiones instantáneas, y que además fueran como las de Bernard Nathanson o Abby Johnson. Pero todos tenemos un proceso, una historia diferente y así como Dios es paciente con nosotros, también los voluntarios del Puerto de Santa María (Cádiz), reflejando el amor de Cristo, han entablado una amistad ya de años e incluso se reunen cn este doctor para tomar café. 

Sigamos orando para que pronto podamos ver lo que Dios tiene preparado para él. 

Cuando Cristo habla de las bienaventuranzas, promete que en el futuro habrá una recompensa; los que “lloran serán consolados, los que buscan justicia serán saciados, etc.; pero los que son perseguidos por su causa ya poseen en el presente el Reino de los Cielos

En España ha sido aprobada una ley que prohíbe «acosar» a las mujeres frente a un centro de aborto. Las feministas celebraron con risas y gritos la sentencia y desde hace 2 campañas la policía llega continuamente a los puntos de vigilia a pedir a los orantes sus documentos de identificación y a tratar de asustarlos con las penalidades por su «delito». En San Sebastian, Elena, la líder de campaña, ha sido acusada y sentenciada a alejarse 100 metros del centro de aborto, y cada vez que quiere tomar un avión su historial «criminal» aparece en la pantalla y tiene que pasar por continuos interrogatorios. Pero ella sabe que es bienaventurada y su fe la ha sostenido, desde el momento en que fue demandada hasta ahora que tiene que transmitir su confianza a cada voluntario para darle continuidad a su vigilia de oración por la Vida y la Verdad. 

En Inglaterra la sentencia es ley, pero para Dios no hay obstáculos y los voluntarios rezan a una distancia significativa del centro de aborto. No se desaniman y cada campana siguen en pie, rezando públicamente por el fin del aborto. 

 

La Fe en Iberoamérica

En Latinoamérica la amenaza del aborto y las promesas de la persecución se ven cerca. En Paraguay, un país con leyes provida, los creyentes se preparan 
con 5 vigilias de oración frente a cada hospital, pues saben que socialmente el aborto comienza a ser aceptado, incluso ya hemos visto dos vidas salvadas en la campana de Caaguazú. 

La participación de la Iglesia ha sido fundamental. Además de poder convivir con los sacerdotes locales, el Obispo de Luque es voluntario de 40 días por la vida, tiene su turno de oración frente al hospital local y cada día al final de cada misa que celebra, pide a los fieles que traigan a los bebés que cumplen 40 días de vida para presentarlos a María en conmemoración de la purificación y presentación del niño en el templo. 

Y así en Iberoamérica y el mundo entero, rezamos para que Cristo reine, nuestros países se conviertan y el aborto sea impensable.

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