Esta web sólo usa cookies de sesión necesarias para ayudarte en la navegación y gestionar sesiones de los usuarios registrados. No guardamos datos personales de los visitantes

Una publicación de 40 Días por la Vida Internacional

MAGAZINE VERSION ESPAÑOLA

LEGAL
ÍNDICE del NÚMERO 1

Caso Beatriz y otros vs. El Salvador: La amenaza del aborto en Latinoamérica

ELSA NARANJO

LÍDER NACIONAL DE COSTA RICA

Durante el 22 y 23 de marzo del 2023 se realizaron las audiencias por el caso Beatriz y otros versus El Salvador en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con sede en San José de Costa Rica. Grupos abortistas, en un intento por imponer el aborto en Latinoamérica, llevaron el caso a esta instancia, valiéndose de una estrategia para manipular las circunstancias que se dieron en la vida de una mujer salvadoreña de escasos recursos llamada Beatriz, quien fue asustada y manipulada para promover el aborto. Haremos un breve resumen con las consideraciones de este caso: 

Beatriz y la maternidad

Beatriz es madre de dos niños: un varón y de una niña en gestación, de nombre Leilani. Beatriz deseaba tanto volver a ser mamá que, después del nacimiento de su 
primer hijo, le ofrecieron esterilizarla pero ella se negó pues quería tener más hijos. Y así ocurre, Beatriz queda embarazada de su segunda hija.
Beatriz, su salud y su segundo embarazo. 

Hay dos circunstancias importantes en este caso: la enfermedad que padecía Beatriz y los problemas de salud de su hija. Beatriz padecía una enfermedad llamada Lupus, que se encontraba controlada por los médicos para su segundo embarazo. Por otro lado su bebé fue diagnosticada con anencefalia. Cabe destacar que ni el Lupus que padecía Beatriz ni la anencefalia de su hija representaban una amenaza para la vida de Beatriz, por lo que el embarazo continuó con los cuidados médicos pertinentes. 

Beatriz y la presión de los grupos proaborto

Una vez que los grupos proaborto se enteraron de su situación y de las circunstancias del embarazo, aprovecharon para manipular e inducir a Beatriz al miedo, asegurándole que si no se practicaba un aborto moriría; aducieron además que, de todas formas, la bebé no iba a sobrevivir por su enfermedad. Es así como Beatriz en el 2013 realizó una solicitud a la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, donde se determinó que la vida de Beatriz no corría peligro y que durante el embarazo estaba siendo atendida de forma acertada por los médicos. 

Nacimiento y muerte de Leilani

Madre e hija recibieron los cuidados adecuados y es a las 26 semanas de embarazo que a Beatriz se le practicó una cesárea y nació Leilani, esto con el fin de evitar que la madre llegara a un punto donde estuviera en riesgo su vida.

Beatriz conoció a su hija, la recibió en brazos por un momento y Leilani, debido a su enfermedad, murió por causas naturales 5 horas después de su nacimiento. Aunque tuvo una corta vida, a Leilani se le permitió nacer, se le respetó su dignidad de persona. A Leilani se le dio sepultura y Beatriz visitaba su tumba. Cabe destacar que Beatriz se recuperó de la cesárea gracias al cuidado médico. 

Manipulación de la muerte de Beatriz para imponer el aborto

En el 2017 Beatriz murió debido a las lesiones que sufrió durante un accidente de moto. No estuvo relacionado con su segundo embarazo ni con la anencefalia de Leilani. A pesar de esto los grupos proaborto han utilizado la muerte de Beatriz para intentar imponer el aborto en El Salvador y en América Latina a través de instancias internacionales como la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte IDH.

Aducen, entre otros factores, que a Beatriz se le torturó para que diera a luz a su hija, en vez de permitirle el aborto, es decir, asesinar a su hija, como lo había solicitado en el 2013. 

Corte IDH en Costa Rica

La noche del 21 de marzo, víspera del inicio de las audiencias, en frente de las instalaciones de la Corte IDH, grupos provida de Costa Rica realizaron una vigilia en defensa de las dos vidas y grupos proaborto se manifestaron para presionar por un acceso al aborto “libre, seguro y gratuito”. Durante los dos días de audiencias se presentaron los testigos, los testimonios, alegatos y los hechos de las partes que representan a Beatriz y al Estado de El Salvador. Dentro de la sala hubo una gran mayoría de grupos proaborto. Los grupos provida tuvieron que hacer gestiones para poder tener acceso a las audiencias. 

En estos dos días quedó claro la posición radical proaborto de la CIDH y de la parcialidad de miembros de la Corte, lo que evidentemente resulta en perjuicio de la imparcialidad para resolver el caso. 

Esta radicalidad quedó demostrada con la participación de la perito de la CIDH, supuestamente experta en el tema, quien aceptó que “el que está por nacer” no es un ser humano, no es persona y por tanto no es sujeto de derechos, por lo que es la madre quien decide si se los da o no. También habló sobre la necesidad de la eliminación de la objeción de conciencia. 

Por otro lado, el perito de El Salvador dejó claro que el derecho a la vida no depende de una gradualidad ni la humanidad es gradual. Las abogadas del Estado de El Salvador hicieron un cierre magistral en defensa de la vida del no nacido, de la necesidad de brindar ayuda a las mujeres y no despenalizar del aborto. 

¿Qué sigue?

Las partes tienen hasta el 24 de Abril para presentar sus últimos alegatos escritos y luego la Corte se tomará su tiempo para revisarlo y dar su fallo. Por casos similares anteriores se dice que podría tomar varios meses y se espera que el fallo se  dé cerca de final de año. En cuanto a cuál puede ser el fallo el espectro es muy amplio: desde reconocer que el Estado de El Salvador hizo lo correcto al velar y proteger ambas vidas (madre e hija) iguales en dignidad hasta declarar que el aborto debe ser asegurado por el Estado de forma libre y sin restricciones, lo cual implicaría que la misma medida debería ser adoptada por los demás estados miembros de la convención en América. Aunque el panorama a veces no se muestra tan favorable para la vida, sabemos que esta lucha no es pareja. De hecho es infinitamente desproporcionada.

Es una batalla espiritual no entre partes iguales sino de la criatura (el demonio) contra El Creador. En el fondo lo sabemos, pero a veces no lo tenemos tan claro. Nuestra esperanza debe estar siempre puesta en Dios porque Él ya venció a la muerte. Sigamos trabajando como si el resultado dependiera de nosotros y confiando como si dependiera de Dios. 

Ayúdanos a mejorar y mantener la revista

La difusión del mundo provida, de la actividad de las campañas de 40 Días y el conocimiento que se genera necesita de recursos para mantenerse. Si puedes permitírtelo, échanos una mano con los gastos de estas publicaciones, para que el mensaje llegue más lejos y en más idiomas. Visita la página de donaciones.
SÍGUENOS