¡Madre Nuestra!
01-ENE
.-Al venerar a la Virgen Santísima como Madre de Dios, la proclamamos a la vez Madre nuestra.
Ella cuida con desvelo maternal por sus hijos; tanto más cuanto más necesitados se encuentran. Por eso pidámosle hoy especialmente por esos hijos suyos no nacidos.
«Dios te salve, María, hija de Dios Padre: Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo: Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo...
¡Más que tú, sólo Dios!»
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