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Inspiraciones para la vigilia en Brasil

Actitud frente al abortorio


Reflexiones de Mons. Reilly (Helpers of Gods Precious Infants)


Para que podamos dejar que Dios actúe tenemos que quitarnos de en medio. No estorbar a Dios. Le tenemos que dar a Dios permiso para estar presente en nosotros, para actuar a través de nosotros.

Por lo tanto, es increíblemente importante ir al Calvario, es increíblemente importante cómo se está y quién está allí y la disposición de nuestro corazón para que los que nos vean y oigan, estén viendo, oyendo y experimentando a Jesucristo.

Así que el primer requisito si quieres tomar parte en el movimiento provida, y hacerlo bien, es que debéis esforzaros por la santidad de vida. Cuando vas al Calvario, has de tener los mismos sentimientos que Jesús en el Calvario. 

Llegué a comprender en el movimiento provida que no es cuestión de nosotros contra ellos. No es el enemigo en un lado y los buenos al otro. La realidad es esta: que Dios nos ama a todos. Y que Dios nunca se aparta de nosotros, somos nosotros los que nos apartamos de Él. Y quiere que ellos se vuelvan hacia Él. 

Así que cuando vas al abortorio, si tienes la mente de Cristo, no puedes ir pensando que alguien es tu enemigo. En la cruz dijo: “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”. Está muriendo por ellos. ¿Cómo puedes morir por tu enemigo? ¿Cómo puedes dar la vida por alguien a quien odias? Da la vida por ellos. 

Así que cuando vamos tenemos que transparentar a Jesucristo, quitemos todo lo que en nuestro espíritu nos hace pensar en el otro como nuestro enemigo, para poder pensar en el otro como alguien que Dios ama y necesita volverse a Él.

Y debemos estar dispuestos, como Jesucristo, a absorber su rechazo, sus maldiciones contra nosotros. Hay que esperar a que vuelvan a Dios y perseverar,  ser amables y pacientes. 

Esta es la actitud cuando vayas al Calvario. Si no haces esto, quédate en casa. No es fácil estar, pero si estás allí como debes, serás una luz. No estás llamado a tener resultados increíbles. Eso se lo dejamos a Jesucristo. Pero sí estamos llamados a ser embajadores fieles de Jesucristo en el Calvario donde se nos puede maldecir. 

Pero si continúas yendo con esta actitud de amor y oración, tarde o temprano, inevitablemente, empezarán a ser atraídos, como todo el mundo, a la bondad, al perdón, a la verdadera vida, porque para eso fuimos creados, y empezarán a pensar.

Así que para estar en el Calvario debes mantener en ti un espíritu y disciplina de oración. Debéis orar antes, durante y después de hablar a la mujeres. Debe ser Jesús quien hable a las mujeres. Y debes llevarle esa presencia. 

Y los que están orando no lo pueden hacer pensando que somos los buenos y condenando a los demás. Estamos allí por la gracia de Dios. Por la gracia de Dios. Nuestra actitud debe ser que nosotros hemos recibo una luz, la gracia de conocer el Señor de la Vida, la bendición de ser sus instrumentos. 

Cuando vayáis ¡no le estorbéis! Dadle a Dios permiso para estar presente a través de vosotros. Quitad de vuestras vidas o de esa presencia cualquier cosa que indique que hay algún tipo de debate, confrontación, algún tipo de ira, el enemigo, los buenos y los malos. No, sólo estamos llevando la luz a la oscuridad. Y cuando llevamos la luz, y esa es toda nuestra responsabilidad, la oscuridad se tiene que marchar. 

Es muy importante lo que está pasando en tu mente y tu corazón cuando estás allí. Porque había mucha gente en el Calvario, algunos estaban maldiciendo a Jesús, otros decían: “Baja de la cruz y te creeré”. Mira a María y Juan para saber cómo estar en el Calvario, mira a Jesús para saber cómo debemos estar presentes. 

Lo que no puede ser es convertir la presencia orante en descanso, como para tomar café. No puede ser que la gente se tome un descanso después de orar un rato y se ponga a charlar, y en ese momento llega una mujer y lo único que ve es que están charlando y riendo. Aquello no le parece muy serio... y entra. 

Es mejor que haya sólo dos en oración que ocho charlando y los demás estén tomando café. Tiene que haber una seriedad. No se puede ir al abortorio, esperar que estén todos (y mientras charlando) terminar y marcharos hablando. Vamos orando o en espíritu de oración, oramos y nos marchamos con el mismo espíritu. 

Eso es mucho más efectivo que si llegáis y estáis hablando hasta que llegan todos y luego cuando termináis empezáis a hablar.



Mons. Philip Reilly

Oración por los que no tienen voz

Amado Padre Celestial, en unión de María Santísima y con los Santos Niños inocentes, te pedimos por todos los niños que son víctimas de la trata y están siendo esclavizados; por las víctimas de la anticoncepción y del aborto, que no pudieron nacer de una madre ni de las aguas del bautismo, para que por las lágrimas de la Santísima Virgen y tu Divina Misericordia, puedan recibir tu salvación.

Te pedimos también por la conversión, sanación y liberación de los responsables de la esclavitud y muerte de todos esos inocentes.

Que el martirio de aquellos que son esclavizados y los que fueron privados de ver la luz en la tierra, se convierta en semilla para la verdadera renovación de la Iglesia y para que pronto cese la trata de niños y el aborto en todo el mundo.

En esta hora oscura, cuando el crimen contra tu creación se extiende cada vez más, ofendiéndote y atrayendo el juicio sobre la humanidad, presentamos ante Ti nuestra súplica y encomendamos esta intención a la Virgen María de Guadalupe, Madre de la Vida.

Amén.


+ José Manuel Romero Barrios
Obispo de El Tigre (Venezuela)

Carta de un cigoto

Madre, déjame vivir, te lo ruego.

No se como fui concebido, si a la fuerza, por mero placer, por un descuido o por amor.

Lo cierto es que estaba en Dios y Él hizo que existiera tal conjunción de cosas, y me concebiste en tu ser, madre.

Madre, déjame nacer. Te lo suplico.

Te juro que te regalaré una mirada, al nacer, que te trastornará de alegría, de una alegría que proviene del cielo mismo, como nunca la has tenido, aunque sea solo un instante el que yo viva o toda tu vida.

Madre, ayúdame a vivir, te lo imploro.

Seré quien te defienda siempre.

Estaré contigo y te acompañaré en tus cuitas y alegrías.

Quiero aprender a caminar por la vida, al principio de tu mano, con tu voz y con tu tiempo.

Y después, tú con el mío y de mi mano.

Madre, no hagas caso a los que te quieren corromper con falsos derechos, y déjame vivir.

¡Tu tienes el poder de gestar la vida!

Quiero, madre, mirarte, acariciarte, ponerme en tu pecho y tomar de tu leche.

Ya verás el placer de todo eso. Un pedazo del cielo quiero ser para ti.

Madre, déjame nacer, no me lo impidas, te lo ruego.

 

PiESK
7-10-2024

Oración de consagración de una campaña a la Santísima Virgen María

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre Nuestra, aquí humildes y suplicantes queremos ofrecerte todas nuestras oraciones y pequeños sacrificios ofrecidos en esta campaña de 40 Días por la vida, días especialmente dedicados a rezar por los no nacidos, sus familias y los profesionales que en este centro de muerte, tanta sangre inocente vierten día tras día, sin que podamos hacer otra cosa que orar y sufrir injusticias e incomprensión de tantos que no conocen el Amor de tu divino Hijo. 

Como hijos tuyos acudimos a Ti, confiados en tu guía y auxilio, y a Ti queremos consagrar esta campaña de oración, ayuno y testimonio, para que sean tus méritos los que hagan dar vida a nuestras pequeñas aportaciones de amor. 

¡A Ti consagramos esta primera campaña de 40 Días Por La Vida en ______________ (Nombre de la campaña)! 

Toma este centro de abortos, el barrio entero y toda nuestra ciudad como custodia tuya. Intercede por todos los operarios que colaboran en este holocausto silencioso, por todas las mujeres y padres que han abortado a sus hijos y por aquellas que meditan hacerlo. Intercede, también por tu Tierra de ___________(País) y por el mundo entero, para que terminen todas las leyes criminales que no defienden la vida de los no nacidos. 

Te consagramos igualmente a nuestras familias: ampáralas y vela por su unidad y caridad con tu especial predilección y patronazgo, para que sean luz para el mundo y gloria para el Señor. 

Acudimos a Ti, Reina y Señora de todo lo creado, confiados en que todo nuestro esfuerzo lo recibirás adquiriendo este lugar entero como posesión especial tuya.

Eso pedimos Madre bondadosa, que tomes bajo tu Señorío este centro de muerte donde reina la antigua serpiente, destructora de toda vida, y puedas Tú hacer prevaler la luz de Tu Hijo y la Vida que solo Dios Padre puede regalar. 

Virgen poderosa ¡tómalo todo en posesión y que sea por tus lágrimas y no nuestras obras, que tu divino Hijo te conceda aplastar aquí la cabeza de esa serpiente contra la cual solos nada podemos! 

Santifica este lugar, expulsa las tinieblas y los espíritus malignos que merodean, y haz que la Gracia de tu Hijo acabe iluminando todo este lugar que seguimos regando con nuestras oraciones.

Se Tú la Abogada de todos los que han colaborado en tanto crimen y ofensa a Dios.

Por ellos especialmente te pedimos, para que vean la Luz, reconozcan el Amor y el reinado de tu Hijo y se conviertan a Él, para que tam- bién ellos abracen la preciosa vida en la que puedas ejercerles de Madre. 

Querida Mamá, llévanos a todos de la mano hacia el Camino de la Vida, hacia Tu Hijo mismo. 

Auxilio de los pecadores y de los no nacidos, Ruega por nosotros 

(canto del SALVE REGINA) 

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